viernes, 8 de mayo de 2015

La Poesía ante la Guerra

He recopilado unos cuantos poemas, sobre todo escritos por soldados ingleses de la Segunda Guerra Mundial, en los cuales, los autores escriben sobre los horrores de la Guerra.

Para empezar, el estilo es muy cuidado y se puede apreciar un claro distanciamiento con el resto de corrientes de aquella época, como el vanguardismo. La métrica, la rima y el ritmo son bien cuidados, donde destacan sobre todo cuartetos, cuadernavías, etc. Es curioso, ya que realizar una poesía tan cuidada es muy difícil cuando justo fuera de tu trinchera, o en la trinchera misma, están cayendo bombas o disparos de ametralladora. Sí, gran parte de los poemas fueron escritos durante la guerra. Podemos ver los manuscritos originales, que no son mas que tinta sobre un papel sucio. Tolkien, quien luchó en esta misma guerra, hacía algo similar. Gran parte de las tierras de Arda y sobre su historia fueron creadas en una trinchera. ¿Será porque la guerra es algo tan horrible que es inevitable crear alguna forma de escapar de ella, generándose creatividad?

El contenido es igual de interesante que el estilo.  Los soldados eran gente normal antes de la guerra. Un profesor, un médico, un estudiante... Esta fue la última guerra donde casi todos los soldados eran voluntarios. Fue la última expresión del patriotismo. Eran gente llena de orgullo y esperanza. Pero sólo con una pequeña vislumbrancia de la guerra, estos jóvenes tan orgullosos se rompieron mental y físicamente. En los poemas podemos ver una terrífica indiferencia a la guerra, de lo horrible que es, el organismo tiende a suprimir los sentimientos. La ambientación es oscura, donde los jóvenes experimentan, a través de la muerte, la pérdida que de algo que veían sagrado.

Es una poesía que, a pesar de tener una métrica muy cuidada, expresa los horrores de la guerra desde un entumecimiento, desde una insana indiferencia. No hay mejor forma que expresar los horrores de una guerra que a través de la poesía. Ni mágenes ni sonidos pueden expresar el terror de estas almas perdidas.


                                                                                                                 Miguel Mitsou Errandonea
         

sábado, 25 de abril de 2015

CRÍTICA A LAS RELIGIONES JUDEO CRISTIANAS
Y cómo no sólo han hecho daño físico

Las cruzadas y la Inquisición son temas de los cuales las críticas como ésta nunca prescinden y explotan lo máximo posible. Se utilizan como muestra de que las religiones judeo-cristianas son ofensivas y negativas. Pero en realidad, el mundo físico no lo es todo. Una determinada acción y la ideología que lleva consigo no sólo hacen un daño físico, cuando es éste el único que se suele tener en cuenta. Pero éstas religiones ha hecho mucho más daño que el físico y menos reparable que cualquier masacre o genocidio.
La religión cristiana (y hoy en día la musulmana) ha hecho mucho daño físico, y la comunidad cristiana se arrepiente por estas masacres, y generalmente, es algo que ha sido olvidado y perdonado por la mayoría de los países cristianos, y para llevar a esto, la iglesia ha llevado a cabo muchas obras benéficas, como construcción de hospitales, orfanatos, ONG, etc.  Y hoy en día, por lo general, la iglesia, tras muchos años poseyendo un poder absoluto a través de la corrupción y el engaño, ha conseguido dejarse de esta carga. La iglesia, podríamos decir, ha sido perdonada.
Las religiones monoteístas son ajenas al territorio Europeo. O al menos, comenzaron siéndolo. Al principio, se transmitió entre los esclavos y las clases muy pobres del imperio romano, ya que es una religión que tiene simpatía por ellos. Pero nadie quiere ser pobre. Y estas clases intentaron ascender al poder con su religión como miedo. La religión cristiana pronto formó parte del imperio y de pronto los esclavos se convirtieron en señores. Podríamos decir que los judíos ganaron la guerra contra Roma, pero no utilizando las armas y el combate, sino utilizando veneno en forma de una religión para atormentar e insertar un profundo miedo en la sociedad (de hecho, en el antiguo testamento, el dios es cruel para meter miedo).
Además de ser ajenas a Europa y de no formar parte de nuestra naturaleza como europeos, esta religión ha conseguido anular nuestros propios valores ancestrales, ha conseguido “ilegalizar” la admiración a nuestros ancestros y su profunda espiritualidad. La religión cristiana ha conseguido demonizar las prácticas antiguas y nuestras tradiciones han sido casi por completo sustituidas por aquellas de extranjeros del este, y ha declarado como suya valores que ya estaban presentes en nosotros, los seres humanos (bondad, amistad, ayudar al necesitado, etc.). Y además de esto, ha conseguido torcer la visión de los antiguos, ya que éstos no sólo creían en dioses voladores, sino que perseguían las virtudes de estos dioses. Se querían convertir en dioses ellos mismos, porque además, los dioses no eran perfectos, nunca podían serlo, como los seres humanos. Y esta es una gran diferencia entre el monoteísmo y el politeísmo.

El Dios monoteísta es perfecto y lejano. Un simple mortal nunca podría ser un dios, y su vida está a la merced de este ser tan externo. El castigo, al contrario que en las religiones hebreas, no existe. Existen sólo recomendaciones para vivir una buena vida. No hay unas normas que si uno las incumple sufrirá por toda la eternidad. El individuo es libre y dueño de su vida. El individuo puede convertirse en un dios, y no hay muerte para los honorables.

jueves, 19 de marzo de 2015

OPCIÓN A

 En mi ciudad*, en los escaparates de las papelerías, solía quedarme mirando las cubiertas de unos pocos libros que permanecían meses en el mismo lugar invariable, entre cuadernos, pisapapeles, álbumes de comunión, estuches de lápices de colores. En algunos de aquellos escaparates los colores de las portadas se habían ido amortiguando según pasaba el tiempo. En un solo puesto de la feria de Madrid** había tantos libros que uno podía estarse horas enteras mirando sin haberlos visto todos. No recuerdo si vi a algún escritor, aunque no creo que hubiera reconocido a ninguno. Los escritores a los que yo leía ―Julio Verne, Dumas, Gustavo Adolfo Bécquer— llevaban muertos mucho tiempo, de modo que tal vez no acababa de imaginarme que la literatura fuese un oficio que alguien pudiera ejercer en el tiempo presente. Yo a veces me imaginaba escritor, pero menos por vocación que por fantasía caprichosa, igual que me imaginaba astronauta o corresponsal de guerra o náufrago en una isla desierta. Como un niño solo en el edificio entero de una juguetería, me mareé entre los libros, el calor y la gente, mirando precios, contando el poco dinero que llevaba, con mucha cautela, porque me habían advertido que Madrid era una ciudad llena de carteristas. Absurdamente me acabé comprando el Martín Fierro y una historia de la Mafia. Volvía tan tarde a la pensión que mis abuelos ya temían que me hubiera perdido, que me hubiera pasado algo en aquella ciudad que, en el fondo, nos daba tanto miedo. (Antonio Muñoz Molina, “En la feria”, El País, Babelia, 22 de mayo de 2010)
 *Úbeda.
 ** Se refiere a la Feria del Libro.


COMENTARIO DE TEXTO

Estamos ante un texto literario escrito por Antonio Muñoz Molina para el periódico de El País. Este texto está claramente dirigido a todos los públicos, debido a su mensaje de gusto al libro y la literatura y el lenguaje simple. Predomina la función representativa, ya que transmite información (subjetiva), y la función poética, ya que tiene unas ciertas pinceladas artísticas en su lenguaje, aunque en definitiva, no predomina.

TEMA

Desde niño se puede apreciar la maravilla del arte de la literatura através de la feria de libros, lugar de encuentro de muchas influencias, cultuuras y autores.

RESUMEN

Antonio Muñoz Molina describe su experiencia cuantdo era infantil sobre la feria de libros madrileña, y que éste de pequeño, le provocaba una sensación única al estar rodeado de tantos libros, y cómo perdiá sentido del timepo en un lugar donde la imaginación era libre.

ANÁLISIS LINGÜÍSTICO

En cuanto a la perspectiva léxico-semántica, podemos ver que la gran mayoría de  las palabras pertenecen al campo semántico de libros y literatura (papelerías, Julio Verne), ya que el tema central (y único) de éste texto gira en torno a la experiencia del autor con respeto a la feria de libros.

La sintaxis del texto es compleja debido al carácter literario, donde predona la subordinación ("Volvía tan tarde a la pensión que mis abuelos ya temían que me hubiera perdido, que me hubiera pasado algo en aquella ciudad que, en el fondo, nos daba tanto miedo."), ya que eñl autor quiere darle una cierta fluidez al texto para poder transmitir en cierta medida lo que él sentía en las ferias del libro en Madrid.

En cunato a la morfología del éste texto, predominan los sustantivos ("ciudad", "escaparates") y los verbos, ya que describe una situación con sus determinadas acciones ("me mareé entre los libros", "me imaginaba astronauta"). Los adjetivos y los adverbios escasean.

No hay muchas figuras literarias, pero las que hay (comparación"Como un niño solo en el edificio entero de una juguetería") están para darle un pequeño toque artístico y emotivo al texto y resultar en un acercamiento del sentimiento del autor con el lector, resultando así en una lectura más ligera y variada.

TIPO DE TEXTO

El texto es claramente narrativo literario, donde se presentan las experiencias del autor al estar en la feria del libro madrileña, y al ser a partir de pura experiencia personal, el contenido es predominantemente subjetivo.

martes, 17 de marzo de 2015

OPCIÓN B (curso 2013 - 2014)

La timidez es un rasgo de carácter. Se define por una marcada tendencia a rehuir los contactos sociales con desconocidos, evitar la iniciativa en el terreno social, permanecer silencioso en las reuniones, sentir dificultad para mirar a los ojos, y un gran pudor en hablar de las propias emociones. El tímido no suele serlo dentro de casa o en ambientes familiares, y una vez pasada la dificultad de los primeros contactos su adaptación social puede ser buena. La timidez hace sufrir a mucha gente, pero no es un trastorno grave, ni una enfermedad como lo es la fobia social. El tímido suele adaptarse bien a partir de un período de inhibición inicial. ¿Qué es lo que teme una persona tímida? Las estadísticas nos proporcionan el siguiente ranking: los desconocidos (70%), las personas del sexo opuesto (64%), hablar delante de un público (73%), estar en un grupo grande (68%), ser de un estatus que se supone inferior al de sus interlocutores o sentirse inferior a ellos de una forma u otra (56%). Hay que ser cuidadoso al juzgar una posible timidez, porque en un mundo soez, ruidoso, agresivo y desvergonzado como el nuestro podemos acabar llamando timidez a la buena educación y el respeto por los demás. La evolución del concepto de pudor nos demuestra que estamos tratando un tema sometido a grandes influencias sociales y culturales. Una parte importante de las características atribuidas a las personas tímidas —dulzura, pudor, recato, pasividad— han sido durante siglos atributos de la perfección femenina. Tradicionalmente se ha elogiado a la mujer tímida, lo que hace que en este momento la timidez sea sentida y resentida sobre todo por los hombres, que son los que con mayor frecuencia acuden a los especialistas en busca de ayuda, porque contraviene gravemente la imagen social de la masculinidad. Estamos hablando de un tipo de ansiedad social que dificulta la vida de muchas personas y las condena a la soledad y a vivir en retirada. Solo cuando alcanza unos grados de angustia insoportables e invalidantes entramos en el terreno patológico y hablamos de “fobia social”. (José Antonio Marina, Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía, 2006)

COMENTARIO DE TEXTO.

Contextualización y tema

Estamos ante un texto psicológico donde el autor, José Antonio Marina expone a grandes rasgos las propiedades de la timidez y la separación de ésta con respecto a su versión más avanzada de enfermeedad, la fobia social. La función lingüística que predomina es la representativa, ya que el autor se limita a impartir conocimiento, en gran medida, objetivo.

Resumen

La timidez es una caractéristica estrictamente relacionada con la forma de ser de muchas personas, que impide un correcto funcionamiento de estas personas en sociedad sobre           todo, tratando con extranjeros, aunque en realidad realidad, no alcanza el grado de enfermedad psicológica, ya que una persona con timidez puede perfectamente relacionarse con otros individuos en ambientes de cercacía y confianza.


Tipo de texto

El tipo de texto es una amalgama de muchos tipos. Trata sobre la timidez, condicionado por la sociedad, que da carácter humano, presenta datos objetivos mostrados estadísticamente ("hablar delante de un público (73%)"), trata también sobre la psicología involucrada en la timidez de las personas, de modo que no es empíricamente objetivo, y adquiere un ligero carácter subjetivo, pero no llega a modificar el carácter expositivo de éste. De modo, que este texto se podría clasificar como un texto expositivo humanístico  socio-psicológico.

Estructura externa

El texto se podría dividir en tres partes: en la primera, introduce el concepto de timidez ("la timidez... una persona tímida?"), la segunda presenta datos sobre los temores mas agudos de los tímidos ("las estadísticacs...masculinidad"), y en la tercera parte concluye el texto con una clara diferenciación entre timidez y fobia social ("Estamos hablando...fobia social").

Análisis del lenguaje y estilo.

Atendiendo a la perspectiva sintáctica, este texto está compuesto por oraciones complejas tanto subordinadas como coordinadas ("Tradicionalmente se ha elogiado a la mujer tímida, lo que hace que en este momento la timidez sea sentida y resentida sobre todo por los hombres, que son los que con mayor frecuencia acuden a los especialistas en busca de ayuda, porque contraviene gravemente la imagen social de la masculinidad."), ya que al ser expositivo, son necesarios los enlaces entre oraciones mas directos gracias a conjunciones para poder transmitir con mas facilidad el mensaje, y la subordinación para poder hacer llegar el toque sociopsicológico que tiene este texto.

Según la semántica de este texto, podemos afirmar que predominan las familias semánticas de sociedad, ("social,  desconocidos"), ya que este es el tema del texto, aunque también está presente el tema de enfermedad ("fobia, angustia").

La morfología de este texto no es muy variada, al ser un texto expositivo. Predominan los sutantivos, en particular los abstractos, ya que trata sobre un tema apliamente objetivo de carácter psicológico ("timidez", "pasividad"). Los verbos son los justos, ya que no tiene intención de redactar una historia con movimiento, sino que describe algo estático ("proporcionan"), y también abundan los verbos copulativos ("ser").

miércoles, 21 de enero de 2015

Características literarias de Cálido

Esta pequeña obra teatral está inspirada tanto en el estilo como los temas tratados de la obra de 'Luces de Bohemia', de Valle Inclán.  El lenguaje corresponde al de los personajes. Por ejemplo, tenemos a Paquita, que es una mujer barrio-bajera, y en su forma de hablar, notamos un alto nivel de coloquialismos e incluso lenguaje vulgar, como '¡Es mas digno que estar tirao en el sofá to’ pedo tol’ día!'. El lenguaje, en general, es natural, como le saldría a una persona normal de determinada clase social, ya que por ejemplo, don Juan, algo mas afortunado que los demás, no tiende al habla vulgar.

Yo, como Valle Inclán en su obra, no he suprimido ciertos temas grotescos, como descripciones gráficas de muertes, o ambientes deprimentes, o incluso tendencias como la prostitución, y aquí protagonizan escenas y personajes de clases bajas, como Orlando, que es un destilador de licor extra legal. 

Los temas que trata son sobretodo críticas a los problemas socio-económicos de actualidad, como la afición al hedonismo, la falta de rigor policial, la violencia de género, la evasión de los problemas, etcétera. Sin embargo, no he podido plasmar toda mi crítica al estado actual, y sólo he podido escribir sobre un cierto aspecto de la sociedad, ya que en unos dos actos, no es suficiente plasmarlo todo. Pero en general, la trama no es nada compleja, para poder centrarme en la crítica y en la personalidad de cada personaje.

Las anotaciones en Luces de Bohemia son mucho mas literarias, algo que yo no he podido lograr, al ver que es muy difícil plasmar una imágen o ambiente determinado en muy pocas palabras.

martes, 20 de enero de 2015

CÁLIDO


ACTO I

ESCENA I

[Marcos Carrabales está intentando abrir una botella de alcohol. Está borracho. Entra su tío, Benito, de unos 60 años bien cumplidos, en el cuarto. Está oscuro y reina un olor vil. Ropas y trapos sucios esparcidos por toda la sala.]

BENITO: Marcos, por Dios, ¿qué haces con tu vida?

MARCOS: Has venido aquí a molestarme. ¡Anda y que te den! No tengo porqué aguantar tus chorrás

BENITO: Marcos, llevas así demasiado tiempo. ¿No va siendo hora de que dejes descansar a la bebida?

MARCOS: Ya te lo he dicho. ¡No tengo porqué aguantar tu veneno!

BENITO: Marcos, es hora que dejes de excusarte. Sal ahí fuera y encuentra un trabajo. El dinero de la tía Conchi no te va a durar más de un par de meses. Y esa tal Paqui con la que… bueno ya sabes lo que dicen… no odia a los lujos… y no tiene el trabajo más honrado-

MARCOS: ¡No me importa lo que digan! Es una puta. ¿Y qué? A mi me da igual. Es la puta más guapa de todo el barrio. Así que si has venido a mostrar tu envidia, ya puedes irte. La puerta está allí, mira.

BENITO: Estás tan borracho que ni distingues la puerta de la casa a la de la cocina. Estás mal, Marcos. No hay nada que envidiar. Abre los ojos de una vez, Marcos. Antes de que te encuentres en las calles pidiendo.

[Silencio incómodo. Marcos abre la botella y empieza a beber con brío]

BENITO: Estás fuera de mi alcance, Marcos. Vives en una pocilga. Yo quiero ayudarte. Darte una quinta oportunidad. Y tú lo único que haces es quejarte del sistema y beber esa cosa tan apestosa. Yo creo firmemente que la gente puede cambiar a mejor. Creo que tú odias vivir como vives, o por lo menos cuando estás sobrio. Paquita no es buena compañía. Se te vio en la tienda de Alvarito el otro día comprando un pañuelo para esa-

MARCOS: ¡Cerdo desgraciado! ¡Sal de casa! ¡Sal!


[Benito, entristecido, sale por la puerta sin mirar hacia atrás. Marcos se tumba y se duerme. ]

ESCENA II

Es por la mañana en la plaza mayor. Orlando está sentado en un banco. De la panadería, a pocos metros del banco, emerge don Juan, señor mayor con unos 70 años de edad.

ORLANDO: ¡Hombre! ¡Juan! ¡Buenas!

JUAN: Hola, Orlando, ¿como va todo?

ORLANDO: Aquí, tirando. ¿Tú?

JUAN: Pues como siempre. ¿Hablaste con Marcos?

ORLANDO: No, la verdad. No he hablado con él en mucho tiempo. Desde que heredó ese dinero de su tía, está hundido en la bebida. Se cree que porque haber heredado tiene la vida resuelta y puede hacer lo que quiere, y todo. No le queda ni un cuarto de lo que heredó.

JUAN: Vaya. No, si ya se veía, desde que era joven. Solía andar por ahí haciendo trastadas sin lugar para moderación, como no.

ORLANDO: Ya… no sé que decirle. Es que no sé… no sé… ya lo averiguará él sólo. Paso de meterme en sus asuntos.

JUAN: Orlando, ese es tu amigo. Sólo te escucha a ti, y lo sabes.

ORLANDO: Bueno, pues ya veré.

JUAN: Vete a hablarle, muchacho. Lo antes que lo hagas, menos tendrá que sufrir.

ORLANDO: Mi jefe, ‘el tijeras’, me ha quitado mi trabajo porque me tiene manía. Tampoco tengo mucho más que hacer. Hasta luego, don Juan.

JUAN: Adiós, Orlando. Cuida de tus amistades. Sólo te tiene a ti. Si te apetece un trabajo honrado con un salario digno, puedo hacer un hueco en la tintorería, por si te animas.

ORLANDO: Bueno, ya se verá.

[Andan en direcciones opuestas]

ESCENA III

[El sonido del timbre intermitente hace que Marcos abra la puerta de inmediato. Entra Orlando. El cuarto es una ruina]

MARCOS: Hola.

ORLANDO: ¿Como estás, macho?

MARCOS: Bien, supongo. No me has dirigido la palabra desde el martes pasado. ¿Porqué ahora sí? ¿Te has enterado sobre lo de mi tía?

ORLANDO: Sabes que no soy así, Marcos.

MARCOS: Ya, bueno, puede ser. Perdona. La gente no para de visitarme, a mendigar.

ORLANDO: Ya… no te sobrarían unas cien pesetas, ¿no?

[los dos se ríen ávidamente]

ORLANDO: Perdona que no te he hablado. He estado muy liado con un tema en, en, el puerto, sí. Ya sabes. Que pasó eso. Lo del…

MARCOS: ¿Lo de los ingleses? Ya, no tienen ni idea de nada. ¿Trabajaste en la reparación del muelle?

ORLANDO: Sí, justo, eso. No oficialmente. Pero el dinerito me le he ganado.  

[Marcos está impaciente, nervioso, jugueteando con pequeños trozos metálicos]

ORLANDO: ¿Qué pasa, tío?

MARCOS: La Paqui, que llega tarde.

ORLANDO: Marcos, tú sabes que esa mujer no te conviene. Tú le convienes a ella, pero ella no te conviene a ti. Hemos pasado por mucho barro juntos, y confías en mi. ¿No?

MARCOS: Si, macho, sin duda.

ORLANDO: Pues hazme caso. Te… ella te está… claro… emm

MARCOS: ¿El qué?

ORLANDO: Claro. No es algo fácil de decir…

MARCOS: Pues dilo.

ORLANDO: Es que te roba, esa Paqui.

MARCOS: ¡Qué va! ¡Anda y vete!

ORLANDO: Te lo digo en serio. Te perjudica. No juguetees más con ella… ya sabes, macho, es una fulana y eso…

MARCOS: Tú también, ¿Orlando? También has venido a decir lo mal que lo estoy pasando ¿no?

ORLANDO: Marcos, no conviertas esto en un drama. Te estoy hablando de hombre a hombre. No la líes. De verdad. Además, he oído a Ana preocuparse por ti. ¿Te acuerdas de Ana?

MARCOS: Ya…

ORLANDO: Pues eso. Deja a esa zorrita, levántate de tu sillón, y vamos al bar. Que te están esperando.

[Llama a la puerta. Suenan tres golpes frágiles. Marcos se levanta, y abre la puerta. Es la Paquita]

PAQUITA: Hola, Marcos. ¿Que tal Orlando?

MARCOS: Ni Orlando ni leches, Paqui. No quiero que vengas a mi casa otra vez.

PAQUITA: No haces ni puñetera gracia, Marcos.

MARCOS: Sal.

PAQUITA: Apártate, Marcos, o me voy pa’ siempre.

MARCOS: Vale. Vete.

PAQUITA: ¡Oye! ¡Que me dejes entrar, nene! ¡Necesito mi maquillaje! ¡Que tengo que currar!

MARCOS: Vete, ¡Puta!

PAQUITA: ¡Oye! ¡Yo por lo menos trabajo!

MARCOS: Ser puta no es trabajar. Vete.

PAQUIA: ¡Es mas digno que estar tirao en el sofá to’ pedo tol’ día!

MARCOS: Eso porque lo diga el alcalde, que te le estás tirando.

ORLANDO: Paquita, es hora de que te vayas. Tú le has quitado tanta pasta a Marcos, que vale más del triple de lo que te has dejado dentro, lo que le has quitao, digo.

PAQUITA: ¡Serás mamón! A ti nadie te ha pedido hablar, ¡bastardo!

Marcos lanza un violento golpe a la cara de la chica, que cae al suelo, medio consciente, llorando. Marcos la mira intensamente por unos segundos, y se lleva las manos a la frente.

MARCOS: ¿Paquita? ¿Paqui? Oh mierda, oh mierda, o mal, mal, mal, mal, mal, mal, mal, mal, mal…

ORLANDO: ¡Joder! ¿Que hacemos ahora? ¡Estás fatal, chaval!

MARCOS: ¡Calla, hostia! ¡Mira lo que me has hecho hacer! ¡Esto fue tu culpa! ¡Ya no te vuelvo a comprar mas licor, además, que sabe a mierda!

ORLANDO: No digas eso, macho. Tú la has golpeado. ¡Tú eres un puto alcohólico!

[Orlando empuja a Marcos, y le deja tirado, tras dar un fuerte golpe de puerta.]


ACTO II

ESCENA I

Es de día. Benito está hablando con una muchacha joven, Ana María, en el Parque General, en un banco. Han pasado dos semanas, desde los últimos acontecimientos.

ANA MARÍA: Don Juan, es usted un viejo pervertido.

BENITO: Pero, querida, si no te gustase, no estarías aquí.

ANA MARÍA: Ay, ¡tonto!

A lo lejos se divisa que se acerca un chaval de unos escasos diez años, corriendo.

CHICO: ¿Es usted Benito Carrabales?

BENITO: ¿Quien te crees, muchacho?

CHICO: ¡Don Benito, se lo ruego, ha de venir! ¡Usted es el familiar más cercano a Marcos Carrabales, me han contado.

BENITO: ¡Porras! Otra vez metiéndose en líos…

Benito y Ana María llegan a la casa de Marcos. Tres agentes de policían rodean el perímetro, y bloquean la entrada y vista al apartamento.

AGENTE 1: ¿Benito Carrabales? Su sobrino, Marcos, está ahí dentro-

Benito, insistiendo, entra en la casa. Marcos, con una pistola en mano, yace con un boquete en su cabeza, al lado de Paquita, cuyo cuello está morado. Benito está entumecido

AGENTE 2: Otra alma perdida. Es una pena. Cada vez son más.

BENITO: Santo cielo… Marcos… ¿como has llegado allí?

AGENTE 3: Hemos encontrado un gran número de botellas de licor ilegalmente destilado, don Benito. Según los informes, este chico no ha podido ser asesinado. Nos encontramos ante un…

AGENTE 2: Suicidio.

ANA MARÍA: Poco me extraña. Ese chico estaba perdido desde el principio.

BENITO: Ya, pero no Marcos… Era un chaval alegre, trasto, pero alegre… No me lo esperaba… no esto… no así

ANA MARÍA: Ese chico nunca afrentó sus problemas, Benito. ¿Qué le echaban del curro? Botella que te críe. Así con todo.

Sube por las escaleras Orlando, sudando y respirando fuertemente.

ORLANDO: ¿Qué pasa aquí?

AGENTE 1: ¿Orlando Ballesta? ¿Era usted íntimo amigo de Marcos Carrabales?

ORLANDO: ¿Era? Hemos tenido una disputa pero-

AGENTE 1: Estamos ante un caso de suicidio. La víctima estranguló a Francisca Joveplanos, y después procedió a dispararse con esa pistola ilegal, como las botellas de alcohol. ¿Sabe usted algo?

Orlando está perplégico.
Voz interior de orlando
No… Oh no… no habré sido yo… no… por Dios, no…


AGENTE 2: ¿Señor Ballesta? ¿Sabe usted algo?