jueves, 23 de octubre de 2014

Eduardo Galeano

Este es un pequeño trabajo extra que he decidido hacer por mi cuenta, con presión de la señorita Raquel, cómo no, sobre este autor que ella misma me ha dado a conocer y que, a pesar de mi gran desprecio a la poesía moderna, me ha atraído. Este es uno de mis favoritos.


Los NadiesSueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, 
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, 
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, 
rejodidos:

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.  

Lo primero que uno puede pensar respecto a esta obra de arte es la brutalidad del autor y su forma de negar dejarse limitado por tabúes o por ser demasiado quiche. este poema es un puñetazo. Uno, al leerlo puede digamos empatizar con la rabia, notar la bruta injusticia a la que no podemos cambiar (o somos demasiado ingenuos por pensar que si que podemos). Su tono es intenso e implacable, como la realidad sobre la que escribe. Este sin duda, junto con el autor, es uno de los mejores poemas modernos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario