jueves, 23 de octubre de 2014

""Poesía moderna"""" extraoficial

Es muy difícil, en mi opinión hacer poesía moderna. Uno tiene que dar al 'enter' en el teclado cada tres o cuatro, algunas veces incluso cinco palabras. Pero yo creo que puedo hacerlo más o menos bien. Está cogido de mi trabajo de cartas marruecas.

He llegado, 
a pesar de un largo
, aunque bonito viaje
 a  Madrid, la capital.
 Entré a la península  
a través de Roncesvalles, 
cruzando los Pirineos, 
y me asenté en Pamplona
 un día. Una ciudad limpia,
 no muy grande y ordenada.
 Al día siguiente llegué
 a Madrid en tren. 
He venido con un 
determinado objetivo,
 pero no puedo evitar
 observar y criticar la 
vida llevada a cabo en
 este lugar.

Lo que más me ha
 podido llegar a 
sorprender es la
 escasez de honra 
y de decencia en 
mucha gente, 
sobretodo
 la menos educada. 
Al desmontarme del AVE
, tuve que participar en 
una disputa de palabras 
con una persona que insistía 
en ponerse en frente 
de mí en la cola para
 comprar tiquetes de 
transporte público. 
Es muy tediosa la 
presencia de un 
egoísmo profundo,
 de la falta de 
colaboración social 
y del ceñimiento a
 uno mismo y los 

parientes cercanos. 
No hay motivación de 
colaboración.
Aunque está claro 
que gente indecente
 hay en todas partes
 al igual que decente. 
Pregunté a un señor 
sobre la ruta que había
 que seguir para
 alcanzar la embajada,
 y muy amablemente me
 indicó que camino debía 
de seguir.

Nada mas llegar a la embajada,
 noté como la mitad de las 
persona
presentes
 no estaban 
trabajando 
como es debido, 
distrayéndose,
blando con el vecino, 
navegando en 
Internet sobre
 temas de ocio 
que claramente
 no estaban 
relacionados con el 
trabajo que deberían 
de estar haciendo,
 jugando a algún 
juego o incluso 
pasando las horas 
de trabajo en la
cafetería 
¿A caso son gente inconsecuente? 
¿No saben que cuanto 
menos trabaja uno más
tendrá que estar en
 la oficina? Me irrita 
el hecho de que la
 gente piense en el
 placer inmediato y 
hedonista. Y el 
problema es que 
después, la mayoría 
de estos, por
 llamarlos de alguna
 forma, “trabajadores
despistados” se quejan
 de que tienen que trabajar demasiado
 los fines de semana, que no tienen 
descanso, se quejan de recortes, 
y a los que despiden, se quejan de 
los recortes. En Finlandia, esto 
no pasa. Se trabaja y luego se 
descansa, si hay tiempo. Pero 
aquí la situación parece compleja 
pero es simple. Las personas con
altos cargos políticos roban, 
son corruptos, la misma
 historia de siempre.
 Pero en realidad, 
son exactamente 
igual que los “trabajadores despistados”
, la única diferencia 
es que sus acciones 
las pagan las altas 
consecuencias todo el
 mundo y en gran medida.




*no lo he leído, pero es poesía moderna. Ahora sólo falta cambiarme el nombre a otro más fogoso y exótico. 

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